viernes, junio 29, 2007

Y vieron que su nombre era SGAE y su número el 666...

Sacado de barrapunto.

«Imagina lo siguiente:
(1) Usando un pseudónimo, Ramón publica un comentario ofensivo sobre sí mismo en tu blog.
(2) A continuación Ramón te demanda por violación de su derecho al honor.
(3) Un juez que no conoce ni entiende Internet te condena a pagarle 1 millón de pesetas a Ramón, a pesar de que tú te apresuraste a borrar el comentario en cuestión.
(4) Ramón repite el proceso con el siguiente blog, hasta conseguir acabar con toda la blogosfera.
¿Qué te parece? ¿Maquiavélico? ¿Escalofriante? Pues ese es el futuro que nos puede aguardar a los bloggers si Ramoncín/la SGAE ganan la demanda que han interpuesto a la página alasbarricadas.org
En la misma línea, la SGAE ha demandado al blogger Julio Alonso por informar en 2004 del google-bombing SGAE=Ladrones.

Primero lo intentaron colando el artículo 17 bis en la Ley de Impulso de la Sociedad de la Información. Ahora quieren sentar precedentes en los que los administradores de las webs sean responsables de los comentarios de los visitantes.

Si queremos conservar la libertad de expresión en Internet, el momento de reaccionar es ahora:

* Usa tu blog para dar a conocer el problema

* Contribuye a los gastos legales de lasbarricadas.org. Ingresa unos euros en la cuenta de la Asociació per la Comunicació Horitzontal (Caixa de Terrassa: 2074 0069 11 3180125057)

* Contraataca: recuérdale a todo el mundo que la LPI reconoce el derecho a copia privada, por lo que descargar música y películas de Internet es legal.

* Apoya a los grupos que hacen música libre, y no compres discos ni acudas a conciertos de grupos de la SGAE.

* Usa tu imaginación, seguro que se te ocurren muchas más ideas.

Texto de la demanda

Blog especial SGAE vs ALB

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lunes, junio 04, 2007

Presentación en sociedad, Parte 2

De dos en dos, como los donuts. O como las plagas de Egipto, que llegaron 7 de golpe. Algunas cosas nunca llegan solas y, tal como estaba cantado, al gatete Humphrey le ha llegado por correo urgente un amiguete. Bogart es el otro, y resulta que es su hermano, aunque no se parezcan absolutamente en nada. Si se le rasca detrás de las orejas se puede entrever una marca de nacimiento en la que se lee 666. Y es que el segundo gatete es el mal encarnado. Pero no mal a palo seco, sino inteligencia malvada, como Lex Luthor en felino. Desde que ha llegado a casa, ha ido introduciendo ideas destructivas en la mente de Humphrey, y ahora éste gato, antaño bonachón, se ha convertido en el brazo ejecutor de las idas de pinza criminales de Bogart.

Como no tengo voluntad ni fuerzas para seguir escribiendo este post, debido a la falta de sueño provocada por los sucesivos despertares a tempranas horas de la madrugada (despertares que tienen mucho que ver con la agradable presión que ejercen unas diminutas uñas en mi espalda desnuda), encasqueto un par de fotos y quedo como dios.

Hale.





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