viernes, junio 30, 2006

Ropita

Dejo el tema de las pelis por un momento para hacer un breve repaso por las frikadas de la página definitiva para geeks. He recopilado unas cuantas camisetas cojonudas para ir a bodas y bautizos y tal. Yo me las compraría todas.


Una declaración de intenciones.


Usando las páginas man de linux:


Un clásico, toda una generación tiene el grito de Ryu clavado a fuego en el coco:


Y aquí te dicen como hacer el haduken


Final Fantasy


Y Zelda.


Y ésto serán vidas infinitas o algo.


En /etc creo que había porros.


Una consulta en SQL


Sin comentarios


Más de uno haría ésto para bajarse todavía más porno.


Ah, el hogar...


Otro clásico.


En PL/SQL seguro que tiene un significado distinto


Para el asocial.


Ésto somos.


..Y la urología es la polla.


To be or not to be. En expresión regular, claro.


Puedes contar hasta 32 con los dedos de una mano.


Una con tufillo nostálgico y sentimental. El Amiga le sigue dando mil vueltas a los PC.


El significado del universo.


Para terminar, no hagais enfadar a vuestro admin a no ser que seais vosotros mismos.



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sábado, junio 17, 2006

Plan 9 From Outer Space

Vamos a ponernos sibaritas y a degustar un manjar de dioses, filmicamente hablando. 'Plan 9 from outer space' y su director, Ed Wood, están considerados respectivamente la peor película y el peor director de la historia. Sus actores tienen una vis interpretativa a la altura de una berza. Los dialogos parecen escritos por un esquizo empapado en lsd. Y los trabajos de caracterización y decorados consisten casi enteramente en disfraces desechados de pelis de Robin Hood y en cortinas. Y sale Bela Lugosi, el amigo de los niños, haciendo de ¡oh sorpresa! vampiro.
A pesar de que esta maravilla dura tan solo 1h15m, he tardado tres días en verla entera, ya que su intensidad y virtud es tal que corría el riesgo de quemarme como la polilla que se acerca demasiado a la luz. No voy a diseccionarla, porque no podría hacerle justicia con unas pocas líneas, y porque es demasiado pronto para revivir según qué traumas. En la peli 'Ed Wood', de Tim Burton, retratan de forma bastante delirante lo que fue el proceso de creación de esta criatura, así que quien no la haya visto, ya tarda. Además, es de las pocas películas de Burton en la que el cansino no nos pretende invadir con su empachante, onírica y arrolladora 'magia' personal.
El argumento: Los humanos, en plena escalada armamentística despiertan los recelos de una raza extraterrestre superior, que teme que éstos puedan acabar destruyendo el sol y jodiendo el universo. El plan 9 consiste en revivir muertos con un rayo del copón bendito, y que los zombies (o vampiros, qué más da) se vayan cargando a los vivos antes de que inventen la bomba solar esa. La película en su totalidad es un gigantesco climax que desemboca en un duelo a hostias como panes en la nave extraterrestre (magistralmente decorada con visillos, mesas camilla y tensiómetros del año de la polka)
Como he dicho, la he visto, y eso por tanto me hace partícipe de lo eterno y uno con el cosmos.
Y ahora un repaso a las mejores jugadas:


Los extraterrestres son unos seres que irradian poderío y presencia. Al loro con los skijamas. Von Trier se inspiraría en los escenarios de esta pelicula años más tarde, cuando hizo Dogville.


El lider de los extraterrestres se diferencia del resto por vestir a la moda del medievo y por esa mirada gayer arrebatadora capaz de romper incluso enlaces covalentes.


El extraterrestre explica a los humanos mediante complicados tecnicismos futuristas en qué consiste la peligrosa bomba solar.


La pelicula cuenta con una importante carga filosófica. No todo iban a ser efectos cgi, explosiones y sorprendentes giros en el guión.


Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, había un planeta con forma de pezoncillo. La gente allí era feliz.


Nada como un electro para acabar con un zombie. La actriz que hace de vampira se llama Vampira. Estaba pelín encasillada. El brutote era luchador profesional de esos que hacen sentadillas sobre las caras de sus rivales.


Bueno, para terminar, un mini-clip que he extraido que resume perfectamente el nivel interpretativo del elenco actoral. Observese con qué intensidad se muerde el puño esta señora para dar una admirable impresión de horror ante el zombie malignino que se le aproxima.

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viernes, junio 16, 2006

El Club de los Cinco


Vamos, que aparte de estar enclaustrado durante mi último mes aquí, no hago otra cosa que pelearme con redes neuronales y con cualquiera que tenga pinta de viajante de comercio. Eso sí, como concesión a mí mismo, me obligo a ver una pelicula al día, para no perder el vínculo con cierta parte de la realidad, y para hacer menguar poco a poco las carretillas de dvds que he ido amontonando a lo largo del curso.
El sistema que sigo, día a día, para elegir qué película ver se forma en base a ciertos criterios, cada uno de ellos con pesos variables y aleatorios, siendo uno de los cuales, por ejemplo, que salgan vampiras o monstruos destruyendo Tokio.
Como se puede apreciar en base a confesiones como ésta, éste es el único blog del mundo donde no se intenta convencer de lo interesante que es la vida del autor, sino de todo lo contrario.
Ayer vi "El Club de los Cinco", de John Hughes, una pelicula que recordaba haber visto de pequeño en una de esas sesiones dobles del sabado por la noche en la primera. Y recordaba que me había gustado en su momento la idea básica: cinco estudiantes de instituto son castigados a pasar un sábado encerrados en el aula por motivos diversos. Son un empollón, una pija, un deportista, un gamberro y una medio loca. Parece el elenco de Maniac Mansion, pero no. Tras unos comienzos algo conflictivos, éstos empiezan a conocerse y a contarse sus dramas, y acaban haciendo buenas migas y todo.


Recordaba, como decía antes, que me había gustado cuando la vi con once o doce años, siendo como es, una pelicula que reafirma lo molona que es la adolescencia y lo carrozas que son los profesores y los padres. Pero hoy día, con los huevos negros, la lectura que puedo hacer de esta película es la siguiente, básicamente:


1.- De hostias les daba a todos.

2.- Vaya puta mierda de pintas llevaban en los ochenta.

3.- Emilio Estevez es un organismo artificial hecho de plástico y fibra de vidrio. Al menos actúa como tal.

4.- Molly Ringwald da morbillo, aunque esté más pálida que las tetas de una monja.

5.- Esta chula la canción de los Simple Minds. Dios mío, qué he dicho.


El ver esta pelicula me hace cuestionarme si debo ser de esos que envejecen mal, que pierden la ilusión por las cosas que le gustaban de niños (bueno, aunque todavía me sigue gustando cagar con el culo pegado a la pared para dejar estampado un buen fiordo noruego), o si simplemente es que uno va adquiriendo criterio con la edad. Va a ser lo primero, porque a día de hoy sigo pensando que el disco de canciones que sacó Barragán tiene su gracia y que la caspa da clase y presencia.

Hadios hamigos.

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jueves, junio 08, 2006

The heart of the sunrise

Creo que ya he hablado antes de Vincent Gallo y de su Buffalo'66, aunque no le he dedicado más que unas líneas lamentables. El hecho es que Damián me convenció para ver esta película mediante el sutil sistema de zarandearme violentamente con un brillo de delirio en sus ojos mientras me decía: "Tienes que verla". Así que le hice caso. Me la puse esa misma noche en el salón cuando ya se había ido todo el mundo a la cama, y me tiré hora y media sin poder apartar los ojos de la pantalla. Es una película hecha con cuatro duros, con lo mínimo, y no es de esas historias cuyo guión sea el epítome de la excelencia (ver Zombies Paletos), o cuyo visionado se amortice por la cantidad de tías en bolas que salen (ver Zombies Paletos).

Quizá sea por la forma minimalista de contar las cosas, o de no contarlas, por lo que esta película me enganchó y me tuvo ahí en el sofá, un buen rato después de finalizar los títulos de crédito, moviendo la cabeza en ademán de complacencia y diciéndome a mí mismo: "qué hijoputa el Vincent Gallo".

O quizá fue por Christina Ricci, bailando claqué en una bolera mientras suena Moonchild de King Crimson solo para ella. Días despues de ver la peli, le confesé a Damián que esa escena había abierto las exclusas para que manaran de mí ríos torrenciales de liquido seminal. Lejos de sorprenderse, me dijo: "¿A que sí?"
La escena. No, LA ESCENA.
El caso es que el listón estaba muy alto, así que la siguiente pelicula de Gallo lo tenía jodido para superarla.
Anoche vi "The brown bunny", tambien dirigida, protagonizada, escrita y montada por este hombre. Si usaramos un algoritmo de compresión, semejante a los que hacen que un archivo de texto de 500 Kb ocupe 5 Kb, esta pelicula duraría 10 minutos. Pero dura hora y media. Apenas tiene diálogos, la cámara permanece minutos enteros enfocando al protagonista conduciendo y a lo que ve por la ventana. Hay dos o tres islas, entre este tipo de escenas, en las que el personaje interactua un poco más con la gente, pero lo mínimo. Tambien hay una historia de fondo, como es lógico, pero que más que irse conociendo conforme avanza la pelicula, se va intuyendo.
Mi estado ante la pelicula mientras la veía era de estupor e incomprensión, y más de una vez, sólo en la habitación, elevé mis puños al cielo quejándome en sordo lamento: "¿Qué has hecho Vincent Gallo? ¿Qué hostias es ésto?"Desde luego, no era Buffalo'66.
Pero entonces llega Vincent, y justo en los diez minutos finales, en una sola escena magistral hecha con las tripas, consigue dos cosas:
a.- que le chupen la polla en una escena de sexo explícito que ríete tú de Rocco.
b.- resolver la película y hacer que, de pronto, toda la hora y pico anterior cobre sentido (incluso las escenas de paisajes).
El público se levanta, ruge, aplaude, corea el nombre del director y pide las dos orejas. El rabo no, porque bastante rabo ha enseñado ya el tío.
Lo ha vuelto a conseguir. Qué hijoputa el Vincent Gallo.

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