domingo, marzo 12, 2006

Series miticas: ¡Purgandis populus!

Hoy, tras ver la lista de las 250 mejores películas según los usuarios de imdb http://www.imdb.com/chart/top , he sentido algo cercano a un trauma y me ha llegado (por n elevado a infinito-ésima vez) la firme convicción de que la masa es estúpida. Y el individuo también, pero la masa más.

Algunos ejemplos ilustrativos:

84. Kill Bill
97. Batman Begins
109. Kill Bill 2
237. Piratas del caribe

Ha sido contemplar semejante clasificación, y retumbar algo en mi interior que me ha hecho clamar hacia el cielo: ¡Purgandis populuuuuus!

Y entonces se me ha ocurrido que tocaba publicar algo aquí.

Me había planteado hace un par de días el hacer una entrada sobre alguna serie mítica que en mis años de niñez/pubertad/adolescencia hubiera marcado mi mente preclara, y se me han ocurrido varias. Para esta primera parte, abro fuego con tres.

Orden Especial:
Corría el año 92 y Albert Boadella, el decidido abad de la Orden Especial, dirigía a sus fieles acólitos, armados de porras y cadenas, en busca de algún gilipollas al que despachar hacia el recto camino. En una abadía tecnológicamente preparada para la vigilancia de todos esos actos que, por frecuentes, al final dejan de resultarnos mongólicos para parecernos perfectamente normales.

Así, en un monitor se captaba la imagen de un futbolista tras fichar por un contrato multimillonario. A la orden del abad: ¡Purgandis populus!, los monjes salían en tropel de la abadía en busca del sujeto, al que tras reducirle dándole unas hostiacas como panes, le obligaban a ingresar en el "Santo Oficio Psiquiatrico" del monasterio, donde tras distintas terapias de choque (venderle en un todo a cien, por ejemplo), se le reeducaba concienzudamente.

A veces me sorprendo pensando, al estilo panfletario juvenil, en que Otra Inquisición Es Posible.


Monjes ahostiando con devoción a una pareja de guardias civiles

Superted:
Superted es una de mis series fetiche, una serie de dibujos animados que ignoro si echaban en la tele, ya que yo alquilaba por entregas en el videoclub, y que versaba acerca de las tribulaciones filosóficas de un oso de peluche al que recoge de la basura un ser de otro planeta y le otorga superpoderes. El argumento, al margen de ser desternillante, me otorgó un extenso imaginario de sensaciones que años más tarde no lograría recomponer o igualar ni mediante un sinfín de drogas distintas. Algo de su banda sonora ha permanecido anclado a mi cerebro reptiliano, y aunque no recuerdo la melodía exacta de la cabecera, estoy convencido de que sonaba a rock progresivo de los ochenta.


Superted juega feliz con su amigo el extraterrestre con lepra

Camuflaje:
Para ambientar las sobremesas de la primera cadena, una serie de la que tambien recuerdo su bso (I need a hero, de Bonnie Tyler, también parte de la bso de Cortocircuito 2), y que traumatizó a más de uno (yo, por ejemplo) por un motivo en especial. En mitad de un rodaje, el carismático actor protagonista dijo cual Homer en un arrebato: "Me abuuuuurro", y pensó que jugar a la ruleta rusa con un revolver que había por ahí tirado, sería la risión. Cuando lograron extirparle la bala del cráneo, los responsables de la serie se dieron cuenta que iban a necesitar un sustituto. Así que se sacaron de la manga un absurdo episodio donde un nuevo protagonista llegaba y le decía a la socia del anterior una gilipollez como que era su primo hermano o algo así, y que el otro se había ido a plantar nabos a Chernobyl. A partir de ahí la serie ya no tuvo tanto éxito.



Jon-Erik Hexum, 100% anormal, 0% inmune a balas

Cuando me salga del cimbrel, sigo.

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