sábado, octubre 28, 2006

Progresión

Hay gente que habla de sus hijos con un brillito en los ojos, y enseña las foticos que tiene en su cartera. Otros que cada domigo pierden una mañana entera lavando y abrillantando el coche, y lo pasean luciendo una sonrisa kilométrica en la cara. O aquellos que, no sé, guardan moscas a las que han quitado las alas en frasquitos y las enseñan a las visitas.
Este sentimiento de orgullo es provocado por cosas la mar de peregrinas.

Hoy estoy exhibicionista y feliz, y os voy a hablar de 'mis guitarras'.





Ésta es la que tengo ahora, una Epiphone Stratocaster. Epiphone es una marca que ha estado siempre ligada a Gibson y está considerada su 'marca blanca', pero en esta ocasión tomó el modelo de la guitarra más famosa de Fender para crear su versión. La mía fue construida en Corea en 1990, es la versión más económica, con mastil de palorrosa en vez de arce. 22 trastes, 2 reguladores de tono, 3 pastillas simples, y un selector de 5 posiciones que a veces no hace contacto. Es de color rojo y tiene un adhesivo con una ilustración de Milo Manara en el cuerpo. La de las fotos no es la mia, pero es identica excepto en el clavijero, que es diferente y de color rojo.
Es una guitarra que no permite velocidades extremas, pero es cojonuda para iniciarse y se adapta a prácticamente cualquier estilo. Se ha llevado más golpes de los que puedo recordar y tiene algún que otro desconchón, y debido a eso ya no suena como debería. Hace 12 años que estamos juntos y nos seguimos queriendo como el primer día. Aunque sea baratucha, suene regular y tenga heridas de guerra.



Esta es la que quiero comprarme, en cuanto mi situación laboral y económica se asiente y pueda ahorrar un poco. Es una Epiphone G-310, una vez más una versión económica de la Gibson SG. Tiene dos pastillas dobles y reguladores independientes para cada una, con selector de 3 posiciones. Mastil de palorrosa y cuerpo de madera de alder. Es una guitarra muy versatil que ofrece un buen sonido. Por lo demás tiene una forma alucinante, aunque el mastil pesa un poco más de la cuenta y es más bien ancho. Debido a esa circunstancia, con ésta no podré tocar a la misma velocidad que con la Stratocaster, pero ganaré eones en calidad de sonido. La mía será azul. Azul oscurito.



Por ultimo esta es la guitarra que me compraré algún día, no sé cuando, pero lo haré. Una Gibson Les Paul. La guitarra más mítica, hermosa y duradera que existe en todo el jodido universo.
Es dura, y cuesta tocarla. No es para ir haciendo competiciones de velocidad a menos que seas capaz de agujerear la roca con los dedos. Pero tiene un sonido que a mi particularmente me provoca poluciones espontáneas y deja mis gallumbos con la consistencia de la cerámica.
Así es como deberían ser todas las guitarras. No esas aberraciones de lineas rectas y formas triangulares como las Flying V o las BC-Rich que parecen haber sido diseñadas por el autocad o uniendo piezas de lego. Con redondeces, orgánicas, que parezcan que están vivas.
La de la foto es la version Classic, pero hay para todos los gustos. Yo me conformo con una de éstas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso de cuando consigas ahorrar... Será si las mil deudas que nos ahogarán lo permiten, claro. El alquiler del piso, los créditos, las deudas, la comida, los recibos, facturas...
Y luego vendrán los niños, las guarderías, los pañales, los potitos... ejem...

Bueno, cariñito, de ilusión también se vive ^___^

Perro De Lobo dijo...

Con tu negativa a regalarme el kit de 'Fabrique su propia cerveza' ya me olí que nuestras prioridades en la vida no eran las mismas. Ésto lo confirma.

Desde aquí te llamo a la razón y te digo que ahorrar es fácil. Podemos vender pelo tuyo a alguna peluquería, por ejemplo, o desayunar en comedores públicos, o apuntarnos a algún programa de prueba de medicamentos. Las posibilidades son infinitas. :)

Anónimo dijo...

¡Gibson Les Paul!

Nada más que decir sobre todo esto.

Ah, sí, una cosa: bouzoukis.

david dijo...

Totalmente de acuerdo en lo de las formas de las guitarras. Yo esas así con forma de flecha y tal las he visto siempre de lo más deprimentes. No entiendo cómo hay tanta gente a la que les gustan. O sí lo entiendo, una vez que veo las pintas que llevan.

Pero hay BC-Rich bien redonditas, oye. Yo, no teniendo ni puta idea de guitarras, siempre le he tenido un cariño de espanto a las BC-Rich por cómo sonaban en los discos de Slayer. Es una herencia de mi adolescencia. Yo iba por la vida escuchando a los Iron Maiden y sus Fender agudillas y finas y de pronto me topé con Slayer y ese cocktel BC-Rich / ESP... Y me gusta ese sonidillo.

Pero Gibson es Gibson, sí. Una vez no sé a qué guitarrista le leí decir que no le gustaban las Gibson porque sonaban demasiado a guitarra :D

Perro De Lobo dijo...

A mi es que las BC-Rich no me molan nada. Todo es cuestión de apreciaciones personales, y de lo que uno quiera tocar con según qué guitarra, claro. No sé, seguramente haya BC-Rich redonditas y tal, pero no es la estética que prima en esa casa. Pero es que tampoco me gusta el sonido de las bc-rich, las ibanez, las jackson, etc. Son guitarras que, por lo general, están hechas para correr, con mástiles veloces y para tocar un arpegio de ochocientas notas por segundo (bueno, si se tienen los dedos para ello), y sobre todo no tienen lo que se dice mucho sustain, es decir, el sonido de la nota dura muy poco, no se mantiene.