Definición de verguenza ajena.
Cuenta Regresiva - Europa (versión de Benigno Escalante)
Parido por Perro De Lobo a las 4:27:00 p. m. 3 comentarios
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Tenebrosas Moiras, crueles Benévolas, tejedoras del destino de los mortales, ¡qué oscuro sino teníais planeado para mí, en el día de mi vigesimo noveno cumpleaños!
Nosotras tejemos las vidas de los mortales en la rueca del destino.
Mi hermano podía haberme regalado una peli, un libro, un cd... pero me regaló una invitación a un spa con sesión de masaje integrado. La cosa, vista así, no es trágica, pero falta recalcar que dicha sesión de masaje era un:
Conociendo a mi hermano y a su sentido del humor, me estuve imaginando la paliza que me iban a dar durante una hora con todos sus minutos una panda de monjes shaolin. Una piara de calvos orientales haciendome estiramientos imposibles, luxaciones, proyecciones... yo que sé. El caso es que llegué allí, a ese sitio decorado como la versión porno de Calígula, con columnas y bustos romanos de cartón piedra, acompañado de Irene y mis padres (teníamos cada uno sesiones distintas, pero el único con masaje shaolín mortal kombat era yo). El hecho de ver a tanta tía con bata blanca, lejos de tranquilizarme, me dio la impresión de estar en una especie de ambulatorio, en ayunas, justo antes de una sangría.
escánciala sobre nuestros ávidos cálices.
Así que durante la hora que estabamos esperando a que nos dieran a cada uno de nosotros el tratamiento, intentaba yo sin éxito calmarme bajo los chorros (ahivá que chorrazo!) de agua a presión que salían de esa piscina al pulsar un botón y que, creo yo, podrían horadar una placa de 20 cms de espesor de aleación Z. Tras semejante erosión epidérmica (sí, estimula la circulación sanguínea, pero de la misma forma que una hemorragia interna) ya estábamos preparados para bajar al hammam o sauna turca. Una habitación circular llena de vapor donde se supone que uno entra para sudar. Dígale usted a un señor del campo que se ha tirado toda la mañana plantando cebollas al sol, que hay una cosa que tu pagas nosecuantos dineros para sudar como un cerdo. Por sudar y por salir con el muslamen achicharrado, que fue lo que a mi me pasó. Lo acepté de buen grado, pues tantear el dolor era algo que me ayudaría a soportar mejor la paliza chinorris que me esperaba.
Justo entonces, leí en algún panfleto del spa, en qué consistía exactamente el masaje tibetano. Durante un segundo sentí un alivio inmenso al descubrir que no tenía nada que ver con lo que yo pensaba. Durante un segundo, digo, porque en el segundo siguiente descubrí un universo nuevo de horror. El masaje tibetano consistía en:
Y justo en ese momento, me llamaron porque ya tocaba. Mientras mis padres e Irene iban alegres al encuentro de su sesión relajante y terapeutica, yo dirigi mis temblorosos pasos a través de mi milla verde, hacia la oscura sala de torturas. La música chill out, las fuentes ornamentales, la iluminación tenue... ninguno de estos detalles tranquilizaban mi espíritu, que se sentía empujado al cadalso.
¡Hades se deleita en su trono mientras te espera!
Abrí la puerta a la sala, y abandoné toda esperanza.
Parido por Perro De Lobo a las 11:10:00 p. m. 11 comentarios
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Sirva la aberrante fórmula que da título al post, de jeroglífico indicador de la provincia castellano-leonesa a la que nos vamos de puente.
Así que esta semana, por rara, se queda coja en cuanto al número de entradas del plan editorial, qué le vamos a hacer.
Os dejo con Chet y Stan mientras reviso la maleta.
Disfruten del fin de semana, o del puente, lo que toque.
Parido por Perro De Lobo a las 8:28:00 p. m. 8 comentarios
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Hoy es uno de esos días.
Uno de esos días en los que la wikipedia me va a escribir prácticamente ella solita la entrada. Porque leyendo, al final de la entrada de la wikipedia dedicada a las fobias, he visto un curioso apartado de...
¡...para compartir con ustedeh!Aibofobia: Término jocoso que indica temor a los palíndromos, la palábra en sí es palíndroma
Anacrofobia: Temor a viajar en el tiempo, nombre del libro escrito por Jonathan Morris dentro de la serie de libros "Dr. Who"
Anatidaefobia: Temor de que en algún momento en algún lugar, un pato lo esté observando. Descrita en la caricatura "The Far Side Gallery" de Gary Larson
Anoraknofobia: Temor hacia las arañas que usan chaquetas. Usado en el libro del mismo título de la serie de Wallace y Gromit, escrito por Marillion
Arachibutirofobia: Temor a que la mantequilla de maní o cacahuete se pueda quedar pegada en el paladar. Usada en el libro de 1985 "Dead Man's Handle" de la serie "Modesty Blaise" escrita por Peter O'Donnell
Aracnofobiafobia: Temor a la gente que sufre aracnofobia. Usada en el episodio 6.22 de la serie de televisión Gilmore Girls.
Hipopotomonstrosesquipedaliofobia: Temor a las palabras largas. Usada por primera vez en el primer episodio de la serie de libros "Brainiac Series Five" como un acertijo
Lupolipafobia: Temor a ser perseguido por un hombre-lobo alrededor de una mesa de cocina mientras anda en calcetines y el suelo está encerado. Nombrado en la caricatura "The Far Side" de Gary Larson
Venustrafobia: Temor a las mujeres bellas. Nombrado en un artículo humorístico de BBC News en 1998
Pero como no todo va a ser aprovecharse de lo que ya está escrito y no contribuir con información confidencial a propagar la Virtud por internet, os endiño este alucinante tema de un grupo sueco de rock progresivo que he descubierto hace bastante poco y que ahora mismo estoy escuchando con los ojos en blanco de la emoción.
QOPH - RESH
La canción pertenece al disco Pyrola, que es del 2004. Si alguien quiere que lo suba, que me lo diga.
Parido por Perro De Lobo a las 9:37:00 p. m. 2 comentarios
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...maestro para lograr la armonía entre no-muertos y de-momento-vivos, volveremos nuestra atención al joven que, en el tercer capítulo de esta historia, huía de los enloquecidos paramilitares directamente hacia el centro de la ciudad.
Tras haberles dado esquinazo, todavía sin saber cómo, el joven escondió su vehículo en un callejón oscuro. Estaba todavía en un barrio periférico, pero al menos se sentía guarnecido por los edificios desolados y vacíos. Si habitaba algo dentro de ellos era algo que de momento no se había parado a pensar. Porque pararse a pensar era un lujo, ¿serviría de algo acaso el recordar quién era?
Su vida anterior a la catastrofe ya no importaba. ¿Qué más da si fue fontanero, maestro, taxista? Todo aquello había quedado atrás sepultado por el horror y la muerte. Vivir en un presente contínuo había borrado casi todo rastro de su pasado.
Llamémosle Miguel.
Miguel recuperó la calma pasados unos minutos. Resopló pesadamente y entonces cayó en la cuenta de dónde estaba. La ciudad. Las últimas noticias que tuvo de ella es que estaba siendo arrasada por las hordas de muertos vivientes. Ahora que estaba allí y veía con sus propios ojos el panorama, se extrañaba de la soledad imperante. ¿Quedaban supervivientes? ¿Quedaban zombies? ¿Qué había pasado? Ante sí, las calles desoladas y sucias, los escaparates rotos y las tiendas saqueadas. Testigos de algo que él no alcanzaba a imaginar.
Decidió continuar a pie. No sabía qué peligros le aguardarían en su camino, y prefería explorar el terreno en silencio que alertar a algún oído atento al sonido de un motor. Cogió una mochila del jeep en la que llevaba agua y provisiones envasadas para un máximo de una semana, y cuidadosamente y con los ojos bien abiertos, fue dirigiéndose hacia el centro de la ciudad. Probablemente ni él mismo sabía porqué se dirigía hacia allí, pero sí sabía que no podía volver atrás. Quizá le quedaba la leve esperanza de encontrar a gente con vida. Sólo una persona, alguien a quien aferrarse en esos momentos dificiles. Tan pronto como dicho pensamiento cruzó por su cabeza, su ánimo se ensombreció. Recordó las últimas palabras de su padre, justo antes de desaparecer engullido bajo una marea de muertos.
No pudo contenerse más y las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas. No podía seguir más tiempo solo. Suspiró hondamente y apretó los puños con firmeza.
Justo entonces, un sonido rítmico le sobresaltó, a escasa distancia de él. Se concentró y pudo reconocer como un ritmillo musical iba in crescendo, algunos metros por delante suya.
Con el corazón a punto de salirsele del pecho vió, a escasos diez metros de distancia, como cruzaba la calle la zombie más extraña que había visto hasta entonces. Llevaba algo parecido a una radio apoyada sobre uno de sus hombros, e iba contoneándose febrilmente al ritmo de la música. Una enorme rata del tamaño de un caniche la seguía dando saltitos y corría alrededor suya.
Zombie Ye Ye, seguida por Canela, desapareció por un callejón sin haber reparado en Miguel. La música fue disminuyendo poco a poco y terminó por desaparecer.
Miguel, tras recoger su mandíbula del suelo, decidió seguirla.
Parido por Perro De Lobo a las 11:00:00 a. m. 8 comentarios
Etiquetas Cuadernillos Rubio, Zombie Ye Ye
No, el título de la entrada no se refiere a que servidor esté impaciente por algo, es el título de un tema interpretado por Juliette Lewis en la película Dias Extraños. Como este blog se nutre en gran medida de los contenidos de los comentarios, en un alarde de retroalimentación provocado por la secuencia "Electric Six -> Concierto -> Juliette & The Licks -> Juliette Lewis -> Días Extraños" me veo impelido a hacer una confesión: soy vidente.
Cuando vi la pelicula por primera vez, me pareció cojonuda. Cierto es que el argumento tenía unos agujeros del tamaño de Austin, Tejas. Pero utilizaba ciertos conceptos de forma inteligente. Me refiero a los holodiscos, que eran vivencias personales grabadas como se grababan las cintas tdk del rastro. Cualquiera podía enchufarse un holodisco de esos y, por unos instantes, asistir a todo lo que había vivido el que hizo la grabación. Como si fuera realidad virtual, pero más realidad que virtual, vivir algo ya ocurrido sin posibilidad de interacción, asistiendo como espectador.
La película arranca con el punto de vista de un ladrón que entra a robar a un bar, acompañado de sus secuaces. Durante 3 minutos y pico de filmación ininterrumpida y casi sin cortes (alguno se cuela, creo) asistimos a lo que está viendo, oyendo y haciendo dicho ladrón. Todo eso ha sido grabado en un holodisco de esos, que luego podrá ser experimentado por alguien a quien le gusten las emociones fuertes.
A continuación la secuencia inicial de la pelicula. No es Hijos de los Hombres, pero fue rodada en el 95, unos 10 años antes que la de Cuarón, con todo lo que implica eso en cuestiones tecnológicas. Es uno de mis "comienzos favoritos de pelicula" de todos los tiempos.
Lastima que la Kathryn Bigelow no haya dirigido más cositas del estilo, porque tenía buena mano para el género. La peli la vendían como "La pelicula que James Cameron habría querido dirigir", creo. Y creo recordar que el Cameron estaba de productor. Lo digo de memoria, no me hagais mucho caso.
Me gustó como trataban el tema. Había adictos a los holodiscos, yonkis que en vez de meterse drogaína, se enviciaban a las experiencias ajenas y se obsesionaban con éstas.
Y para no dejar la entrada coja, el tema de la Lewis al que hacía referencia. Cuando dije antes que era vidente, lo hice porque cuando vi a esta tía cantando esta canción, me dije que era cuestión de tiempo que formara un grupo. Soy como el joven Rappel.
Buen puente!
Parido por Perro De Lobo a las 12:00:00 p. m. 7 comentarios
Etiquetas Cosas varias, Lo interesante que soy, peliculas, tocatta
A continuación el...
Parido por Perro De Lobo a las 9:03:00 a. m. 6 comentarios
Etiquetas amor de google, metablog