Criaturas Celestiales
En 1987, Peter Jackson junta cuatro duros y a unos cuantos colegas y dirige su primer largometraje: Bad Taste (Mal Gusto), una pelicula sumamente grotesca, demencial y cafre, que es una patada en los morros a la sensibilidad estomacal. Argumento: unos extraterrestres planean utilizar a la población de un pequeño pueblo terráqueo como materia prima para su cadena de comida rápida intergaláctica. Cine gore-festivo del que desencaja mandibulas.
Dos años más tarde, el mismo lunático dirige Meet The Feebles, una delirante pelicula en la que la protagonista de un programa de variedades, descubre que su marido le engaña y decide tomar cartas en el asunto. La trama desemboca en una orgiástica sucesión de acontecimientos entre los que se incluyen asesinatos, consumo de drogas, enfermedades de transmisión sexual y toda clase de cosas sórdidas. El hecho de que los protagonistas sean muñecos de peluche a lo Jim Henson acentúa el estupor del descolocado espectador.
En 1992, nuestro entrañable gordopilo dirige Braindead, una pelicula visceral en el sentido más literal del término. Una enfermedad contagiosa transmitida por las mordeduras de un extraño mono va convirtiendo a los habitantes de un tranquilo pueblecito en violentos zombies descerebrados. Mientras tanto, el joven Lionel, que está enamorado de una muchacha a la que su madre desaprueba, debe luchar por la relación. La cosa se complica un poco más de la cuenta cuando dicha progenitora se convierte en zombi. Casquería y litros de sangre a cascoporro en una de las pelis antológicas del Jackson.
Fin de los preliminares.
Es 1994 y el orondo Peter Jackson dirige Criaturas Celestiales.
Y es algo tan alejado a lo que venía haciendo hasta el momento, que hace pensar en un más que probable caso de suplantación corpórea.
Basada en hechos reales acaecidos en Nueva Zelanda allá por los años 50, la pelicula cuenta la absorbente relación que mantuvieron Pauline y Julie, dos muchachas adolescentes que durante el tiempo que permanecieron juntas, soñaron con ser escritoras en Hollywood. Dos jovenes increíblemente imaginativas que disfrutaban creando mundos irreales que les servían como escapatoria a un ambiente demasiado cerrado y estricto, y en los que vivían con extraordinaria intensidad toda clase de experiencias ficticias. Hasta el punto de crear su propia mitología, su propio lenguaje y su propio código ético.
Esta relación es la base de la historia, a la que asistimos mediante el relato en primera persona de Pauline y de lo que cuenta en su diario. Una chica introvertida que, al conocer a Julie, la nueva alumna de la clase, mucho más rebelde y liberada que ella, crece en personalidad y aspiraciones. Sus padres no aprueban que estén continuamente juntas, temiendo incluso que estén desarrollando "gustos antinaturales", así que presionan cuanto pueden para que limiten sus visitas.
Si hay una cosa que deba subrayar de la pelicula es esta: la sensibilidad pasmosa de la que hace gala Jackson para retratar el mundo interior de las protagonistas. Al margen de que Kate Winslet y Melanie Lynskey hacen un trabajo cojonudo, me reitero en lo que he dicho antes: imagino que para aquellos que vieran esta pelicula en el momento de su estreno, teniendo en cuenta la trayectoria inmediatemente anterior de Peter Jackson, les supondría un shock el contemplar con que maestría pasa de mostrarnos a zombies practicando trepanación de craneos a reflejar convincentemente algo tan complejo y tortuoso como los sentimientos de las dos protagonistas.
Estamos hablando de un tío que hizo una pelicula de sexo y violencia con los puñeteros teleñecos.
Droga dura.
Otro aspecto importante de la pelicula es el uso de efectos especiales. Se salen de lo común. Para recrear las fantasias recurrentes, que son tambien, en cierto modo, protagonistas de la historia, dispone de una artillería de maquetas, maquillaje y efectos digitales que están destinados a contarnos cosas, y no a abrumar con su espectacularidad. Bueno, para ser sinceros, hay momentos en los que el ordenador da el cante, pero estamos hablando de una producción neozelandesa de 1994 y, con todo, saca notable alto. Hay una escena, por ejemplo, en la que aparece el Orson Welles del Tercer Hombre, en riguroso blanco y negro, persiguiendo a las protagonistas. No es espectacular, pero está hecha de forma impecable.
Tengo que ponerle algún pero a la pelicula, y me estoy devanando la sesera para hacerlo. Rebuscando un poco, hay un par de escenas que se me hacen largas, y otro par de escenas que a mi juicio habrían mejorado de estar completas (están íntegras en las secuencias eliminadas).
Hale, a ver si la veis.