domingo, octubre 07, 2007

Boyz in the hood

Esta casa se ha convertido en una versión en miniatura del Bronx. Por un lado, estamos los pobres currantes, que nos levantamos antes que salga el sol y llegamos a casa rendidos al caer la tarde, tras una dura y poco gratificante jornada laboral. Y por otro lado están las peligrosas bandas callejeras que traen la inseguridad y el peligro a nuestro hogar, un germen destructivo formado por peligrosos delincuentes urbanos.

Los hechos: Tras una dura jornada laboral desde que sale el sol etcétera etcétera, fuimos a comprar al super y a la vuelta, la inocente Irene sacó 40 euros del cajero.
Con toda la ingenuidad del mundo, pensó que dejar esos 40 euros en el mueble de la entrada, la ayudaría a no olvidarlos al salir de casa al día siguiente.
Al día siguiente, fue a cogerlos, pero no estaban. Con creciente nerviosismo, se puso a registrar los cajones, bolsillos de los pantalones, bolsos... pero los 40 euros no aparecían. ¿Donde estaban? Nadie quería responder a esa pregunta. Desde la lejanía, dos oscuros personajes observaban la escena con fruición y deleite mientras escuchaban gangsta rap.

Hey yo, I smoke dust and shoot cops, sold guns to Tupac
Smoked blunts with Biggie Smalls and sold drugs on newlots

El mundo ya conoce mi audacia e intrepidez, por lo tanto, a nadie debería sorprender que mis sospechas recayeran rápidamente sobre esos dos, dado su pasado criminal. Eché una rápida ojeada al interior de la caja de zapatos donde suelen guardar sus pertenencias (armas automáticas, drogas, revistas porno) y efectivamente, allí estaba el botín. Sé lo peligroso que es desafiar a una banda, pero cogí el dinero y les mantuve la mirada. Los dos me miraron con desprecio, pero no hicieron nada más. Le devolví el dinero a Irene, que se fue despavorida. Los dos criminales siguieron impasibles mi marcha, pero al abrir la puerta de casa me volví un momento hacia atrás y vi como uno de ellos levantaba la patita y hacia el gesto de apretar el gatillo en mi dirección.

Sé que tengo una diana pintada en la espalda y sólo es cuestión de tiempo. ¡Malditos, malditos pandilleros!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque no lo parezca, la historia es totalmente verídica. Los billetes estaban dobladicos encima del mueble, y si los hubieran tirado al suelo y los hubieramos encontrado por ahi a la mañana siguiente hubiera sido relativamente normal. Lo más duro fue que no estaban en el suelo, es que estaban guardaditos en su caja de los juguetes!

Un día de estos, al llegar a casa, nos encontramos que han montado un guateque gatuno y han invitado a Zombie Ye-Ye y a Canela... Hay que ver...

Pipilota dijo...

Deberíais encauzar ese don natural en beneficio propio... no sé tal vez si les enseñais a colarse en casa de los vecinos varios para hacer inspecciones recolectoras lo mismo podíais dejar de ir al cajero ;P

Son geniales, de lo contrario se habrían zampado el o los billetitos.

PD:El blanco y negro se parece una barbarida a mi defunta bruja. ¿cual es Humprey o Borgart?

Perro De Lobo dijo...

El blanco y negro es Humphrey (tambien conocido por Janfrito). Es el que me hizo el gesto del gatillo (nótese la redundancia).

Pipilota dijo...

Janfrito XD

Le vaís a traumar, no me extraña que se apandillée con Bogarcin o Bogarcito, es lo menos que pueden hacer XD

Por cierto, que antes no he dicho nada de ese comportamiento heróico frente a tamaño peligro. Qué gusto de home Irene, poder salir despavorida dejando el trabajo sucio en manos de machoman Ü

Perro De Lobo dijo...

Qué le vamos a hacer... una de las consecuencias de tener un torso hipermusculado es que uno se ve impelido a realizar heroicidades a todas horas. La sociedad estará siempre en deuda con nosotros. U_U

En cuanto a Bogart, su diminutivo es aún peor que los que has dicho: Boguítar. Son Janfrito y Boguítar, ya sé que no son nombres muy intimidatorios teniendo en cuenta su nivel dentro del mundo del crimen, pero no hay que fiarse de estas cosas.

Anónimo dijo...

Sí, en el mundo imaginario de Sergio soy yo la que huye despavorida y él el que me protege de las mafias... Como ya he dicho, imaginario U_U

La verdad es que la idea de colarse en casas ajenas es muy buena. Bruno, uno de los gatos de mis padres, lo hacía, se colaba por la noche en casa de los vecinos (en verano, con las ventanas abiertas...) y les arañaba los sofases. Claro, que el entrenamiento de coger los billeticos no lo tenía... tenemos que fusionar a Bruno con Janfrito y Boguitar y tendremos al supergato mafias que nos quitará de pobres :)

Perro De Lobo dijo...

Más que quitarnos de pobres, nos traerían la ruina económica y psicológica definitiva.

Pipilota dijo...

Qué poco confias en tus engendros u_u

Por cierto, como yo si confio en ellos, si seguís adelante con el plan, quiero mi porcentaje por la ideota ª-ª