domingo, octubre 28, 2007

Por qué Bertrand Russell no era cristiano.

BSO de este post:

Jose Angel - Madre, soy cristiano homosexual



Pues sí, llegó la hora de hablar del libro ganador de la encuesta de hace unos días. Libro que consiste en una recopilación de ensayos de este filósofo, matemático y escritor inglés en los que aborda de forma general diversos problemas de la sociedad occidental, y en especial, algunos surgidos de las creencias en entes superiores y en la actividad religiosa.

Como el recopilador advierte en la introducción, a pesar de que dichos ensayos tienen sus años (fueron escritos entre 1920 y 1960), mantienen en gran parte su vigencia, debido a la intensificación fundamentalista religiosa que se vive actualmente, al ruido formado por ciertos sectores contrarios a la separación iglesia-estado, y sobre todo, a la negativa de gran parte de la sociedad a 'pensar por sí misma', porque como todo el mundo sabe, que te lo den mascadito es mucho más cómodo.

Quizá el meollo del libro esté en el ensayo que da nombre al mismo. En él, Russell desmonta los que considera que son los pilares sobre los que se asienta la religión católica, cosas como la existencia de Dios, el argumento de la Causa Primera, el de la Ley Natural o el argumento del plan, por citar unos cuantos. Es fascinante con qué elegancia va pelando la cebolla hasta descubrir las contradicciones y fallos inherentes a cada uno de estos argumentos.

No quiero entrar en detalles acerca del pensamiento de este hombre, para eso está el objeto de esta reseña, cuya lectura resultará mucho más entretenida y mejor escrita que mi entrada. Pero sí lo voy a recomendar, porque transpira lucidez y argumenta desde el respeto, cosa bastante infrecuente. Y ésto lo hace respaldado por argumentos perfectamente lógicos en contra del conservadurismo, sin hacer uso de esa parafernalia que lamentablemente abunda en la izquierda más mediatizada (hay que hacer autocrítica de vez en cuando), como los panfletos reaccionarios de Chomsky o la demagogia egocéntrica de Michael Moore.

Aparte de dicho ensayo, quizá una de las cosas más interesantes sea la transcripción de un debate radiofónico entre Russell y el padre Copleston, con posturas opuestas acerca de la no existencia de Dios. Es bastante enriquecedor, pienso, el poder leer a dos personas que discuten con sus argumentos y con educación, acostumbrados como estamos a que los debates hoy en día signifiquen una competición por ver quien grita más alto. Quizá es algo complicado el entender ciertos pasajes, porque citan teorías filosóficas que en el libro se dan por supuestas. Yo a veces me perdía, cuando mencionaban cosas de Leibniz o de Spinoza, pero en general se puede seguir la discusión bastante bien.

Otra parte interesante es la que explica porqué B. Russell no pudo ser profesor titular de la Universidad de Nueva York, tras la campaña de difamación de la que fue objeto por los sectores más conservadores de la sociedad neoyorkina. Es curioso, y asusta, el fervor fanático de algunos por suprimir la difusión del pensamiento que no comparten. Religiosos, conservadores, políticos, jueces... un elenco de personajes a cual más caduco y puritano. Un grupo de seres intolerantes que consiguió lo que se proponía, el no dejar dar clases a una de las mentes más brillantes del momento, porque no compartía su visión del mundo. Esto es algo que tristemente, se sigue dando, y no lejos de aquí precisamente. Como cuando ciertos sectores de la sociedad fletan autobuses, portando banderas que no vienen a cuento, para ocupar las calles de la capital, movilizando a 1000 personas por metro cuadrado (o más) para que se manifiesten en contra de una educación que no comparten. ¿Qué opinará de ello el Monstruo Espaguetti Volador? Ahora que lo pienso, me ha quedado pelín demagogo y reaccionario el post a mí tambien...

En fín, lectura recomendable para estos tiempos que corren y al paso que vamos, para los que vendrán después.

7 comentarios:

Pipilota dijo...

Creo que la canción que acompaña este interesantísmo post está incluida en un bonito CD que me regalaron aquí, en el curro, con los mejores temas de todos los tiempos (sobre todo los 70)encontrados en las gasolineras abanderadas por nuestro excelso cliente. Tendría que mirarlo despacio.

Recomiendas estupendamente el libro desde una cierta neutralidad y moderación... hasta que empiezas a implicarte en la absurdez de las razones irrazonables de algunos. Es difícil hacerlo asinque enhorabuena has aguantado bien.

Siempre es interesante saber a donde acudir para encontrar buenas bases en las que apoyar nuestras creencias para defenderlas con calma, y según parece éste es un buen libro para ello.
Has utilizado la definición "enriquecedor" y con esa me quedo.
Me lo apunto

Perro De Lobo dijo...

La canción de Jose Ángel es un himno universal que debería ser cantado por los chavales del Opus que van al Vaticano a beatificar mártires, en vez de tanto "Litros de alcohol, etc."

Jeje, y en lo otro tienes toda la razón. Era complicado aguantarse, pero al final he aprovechado para meter una breve pseudo-cuña ideológica, pero eso sí, haciéndolo notar.

Se me ha olvidado una cosa, y es que en el libro comentado NO APARECEN CULOS ENORMES. CULOS ENORMES efectivamente, no hay.

david dijo...

Tiba deciri que si me lo dejabas si te ponía el parpadeo seductor. Pero casi mejor que si lo tienen por ahí me lo compro.

Perro De Lobo dijo...

Como quieras, lo tienen en la Casa del Libro a 10 lereles, en la colección esa de clásicos Edhasa de bolsillo en tapa dura. Edhasa, editorial que me cae mal.
Si te quieres ahorrar los dineros dimelo y te lo llevo cuando quedemos con Bin & Co.

david dijo...

Pues mira, como que me lo compre o no es una variable aleatoria con distribución desconocida y que paso de estimar, pero mis ganas de leerlo son totales, llévamelo y luego ya veremos qué pasa con la variable aleatoria.

Después del Bin & Co voy a llamarle Co a la muchacha que venga con Bin, ala.

Perro De Lobo dijo...

¡oído cocina!

Yo como hace mucho que no veo a Bin y no sé nada de sus actuales gustos, no digo muchacha, sino Co. Imaginate que aparece con un peaso de guayabo mulato, por ejemplo.

Pues eso, Bin & Co.

Anónimo dijo...

Patri, se llama Patri, y creo que ya la conocemos de alguna otra vez. Hay que ver, telita con vosotros... Pobre muchacha >_<

El cabrón del gato me acaba de pegar un mordisco en la nariz. Qué cabrón.